martes, 29 de junio de 2010

La sociedad de los poetas muertos.

La sociedad de los poetas muertos.

Al ver este film, tuve la gran impresión de que era con una intención especifica la imposición de esta película como un trabajo evaluativo, y la picardía con la intuyo, que el profesor de sistemas de investigación y razonamiento jurídico tomo en cuenta para proponernos ver esta proyección. No cabe duda que el profesor Keating y el profesor Adonai Arrieta tienen algo en común, su manera peculiar de dar clases y su manera “poco ortodoxa”, tal como se manifiesta en la película, la manera de enseñar de Keating; además es fácil deducir la intención de sentirnos identificados con Neil y Todd, o con Cameron, ya que podemos ser los que al principio creíamos ridícula la manera de enseñar, pero con el tiempo nos sentimos cómodos con ello y lo tomamos como propio, se nos revelan ciertas cosas que no creíamos que podrían ser de otra manera, esto representado en Neil, Todd y “Luwanda”, pero tambien podemos tener una especie de armadura que no nos permita entender en realidad que es lo que sucede a nuestro alrededor.
En nuestra condición de estudiantes de derecho, podemos tener claro e inferir en muchas similitudes que ocurren en Walton, con lo que es la facultad de derecho, la tradición, la perseverancia y la excelencia, al igual que la rectitud son valores fundamentales que se esperan de un abogado, y aunque no sea en una manera tan explicita, se nos va programando para ser robots con saco y corbata, parte de la borregada mediática, es decir, propensos a los paradigmas, y no esforzarnos por revolver las cosas de otra manera.
Un detalle, que puede ser la idea fundamental del film, es la frase “carpe diem” “vive el día” referente a aprovechar cada momento, Keating nos enseña que su manera de vivir el día, era enseñando poesía, esa era su pasión, en especial de una manera no convencional, porque la inspiración, se ve acorralada por la presencia de los metodistas, que nos dictan una manera predeterminada para toda nuestras acciones, mediante el control social, nos reprimen, por ejemplo que tiene de malo que una persona sepa tocar guitarra de manera empírica, sin métodos, ni conocimiento previo para leer o escribir música, o sin saber cuales son las notas y las posiciones en su guitarra, mas el es feliz improvisando y viviendo sus propias notas, su propia invención, única en el mundo sin una similar ya que su falta de conocimiento se vuelve inspiración y esto en su estilo característica propia, original y exclusiva. De una manera análoga, Keating, inducía a sus alumnos a crear poesía con el corazón, porque a veces las cosas que creemos absurdas son los fundamentos de un todo, no si de esta forma es como ha sido creado todo, de manera espontánea; debemos fomentar, en nuestras vidas, la pasión por lo que nos gusta, sin importar los criterios de los demás, debemos estar satisfechos por lo que hacemos, no para los demás.

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